miércoles, 15 de agosto de 2018

Recital de piano. Notas de programa.

"Daré un concierto utilizando un instrumento tradicional de mi cultura que se caracteriza por sus grandes dimensiones. Posee más de 200 cuerdas y una gran tabla de madera flexible que amplifica el sonido de las cuerdas. A través de un complejo mecanismo de pedales, las cuerdas pueden hacerse sonar individualmente, en grupos, o aun todas al mismo tiempo, por simpatía, produciendo vibraciones complejas que estimulan diversos niveles espirituales. El instrumento puede generar gran cantidad de frecuencias de base, desde sonidos muy agudos hasta graves profundos y ricos, que es una de sus características inimitables. Para producir los sonidos agudos, tres cuerdas vibran simultáneamente en la misma frecuencia, resultando un sonido de una riqueza sonora característica. La habilidad de los constructores de estos instrumentos es una especialidad muy valorada en mi cultura. En mi tradición musical, se utilizan sonidos que vibran en simultáneo, con la posibilidad de alejarse y regresar de un centro tonal, en lo que podríamos caracterizar como "viajes", que provocan emociones de tensión y reposo de una complejidad ilimitada. Esta experiencia espiritual requiere un estado de concentración y silencio en la audiencia. Sin embargo, en algunos rituales, un uso rítmico del instrumento puede generar un éxtasis en los oyentes que los impulsa al baile de manera irresistible."

   Todavía no lo usé. Pero en cualquier momento lo voy a usar. Este texto lo escribí después de escuchar a alguien decir que había ido a un seminario de música de la India, y la espiritualidad y las vibraciones y bla bla.
Aclaro que encanta la música de la India. Pero esta persona hablaba desde una postura de superioridad ética, lo cual, como pianista, me molestó. Lógicamente, era una persona bastante torpe en la organicidad de su vida y en el trato con sus semejantes. No entiendo por qué mucha gente considera que lo espiritual queda lejos en el espacio. No entiendo por qué no busca la espiritualidad en su pueblo. O a la vuelta de la esquina. O quizás adentro suyo. La gente más espiritual que conocí, no sabía lo que era la espiritualidad, ni tomaba cursos, ni hacía ejercicios.
Y si hay un instrumento que vibra y te sacude interiormente, es el piano.

La música como afirmación

Tratar de entender lo que la música está queriendo decir. A riesgo de volverse un poco loquito. Meterse adentro para entender...